ISSN 2696-5151

NUMERO: 14 AÑO: 2019
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Autora: Lic. María de los Ángeles Corró Molas(Argentina)
La preparación mental de un deportista implica trabajar en la mejora de diversos aspectos psicológicos que influyen directamente en el rendimiento deportivo, tales como: la autoconfianza, la motivación, la concentración, el control de las presiones y el autocontrol. La gimnasia artística es una disciplina que se caracteriza por ser predominantemente técnica, con escasa variabilidad en cuanto al entorno pero con una gran exigencia de dominio interno por parte del deportista: los movimientos deben ser coordinados, precisos y fluidos. Es por esta característica que la utilización de rutinas de pre ejecución deportiva permite a la gimnasta ganar sensación de control sobre su actuación, al tiempo que le brinda confianza y seguridad sobre su desempeño.
Entendemos por rutina a un conjunto de acciones aprendidas y controladas voluntariamente por el deportista que se repiten de forma similar en el tiempo y que poseen una finalidad específica. En el caso que nos ocupa, la rutina de pre ejecución permite a la gimnasta, mediante determinadas estrategias psicológicas, planificar con antelación la actuación que desea realizar en la competencia, otorgándole de esta manera una mayor sensación de control y seguridad sobre su propio desempeño.
Pasos para el armado de la rutina de pre ejecución:
1- Descripción de la rutina
El primer paso para el armado de la rutina consiste en registrar por escrito y con el mayor detalle posible lo que la deportista “va a realizar”. Se trata de la descripción minuciosa de cada paso, cada movimiento que la gimnasta necesita realizar para lograr el desempeño esperado. Se realiza en forma diferenciada por aparato (suelo, salto, viga y paralelas), siguiendo la secuencia y la coreografía personal. Esto permite la toma de conciencia sobre la propia actuación y la identificación de posibles “lagunas de información” en la deportista. Con “lagunas de información” nos referimos a aquella información que la gimnasta desconoce a nivel conciente y que es de fundamental importancia para llevar a cabo la ejecución. La descripción por escrito permite el análisis anticipado de cada movimiento (incluyendo aspectos técnicos propios de la disciplina deportiva), facilita el enfoque de la deportista en los aspectos más relevantes, refuerza la motivación, aumenta la confianza y genera estados emocionales positivos.

2- Registro de sensaciones físicas y estados emocionales
Una vez realizada la descripción, el segundo paso consiste en la toma de conciencia de las sensaciones físicas positivas y de los estados emocionales necesarios para lograr una ejecución de excelencia. En este punto, la deportista registra por escrito las sensaciones físicas que acompañaron o podrían acompañar en el futuro su ejecución deportiva, por ejemplo sensaciones de fuerza, firmeza, liviandad, fluidez, etc. Al solicitarle que realice ésta tarea, pueden aparecer registros de sensaciones negativas como tensión, dureza, brusquedad, etc. Es importante en éste punto que la gimnasta pueda pensar soluciones alternativas, más eficaces y reemplazar éstas sensaciones por otras más positivas y adecuadas. En relación a los estados emocionales, se invita al deportista a recordar qué emociones acompañaron sus mejores actuaciones, ya sea en competencia o en entrenamiento. Una vez identificadas las emociones potenciadoras, las mismas son registradas en
forma escrita. Del mismo modo que con las sensaciones físicas, en caso de aparecer emociones como el enojo, el miedo, la vergüenza que pudieran interferir en la ejecución deportiva, se alienta al deportista a recrear emociones más positivas y adecuadas.
3- Identificación de pensamientos y desarrollo del autodiálogo
Desde la psicología del deporte utilizamos la tríada pensamiento-emoción-conducta propuesta por la psicología cognitivo-conductual. Es por ello que buscamos desarrollar en el deportista pensamientos realistas, positivos y centrados en los aspectos controlables de la situación deportiva. En éste paso buscamos que la gimnasta identifique los pensamientos que acompañan su ejecución, los valore en función de su utilidad, reproduzca los que encuentra más eficaces y desarrolle nuevos pensamientos que hagan de reforzadores de su conducta. Se le solicita que reflexione sobre qué piensa generalmente cuando realiza determinada ejecución (por ejemplo rondó flick o media gran vuelta) y que evalúe si ese pensamiento le genera las emociones y conductas que necesita para lograr un buen rendimiento. Luego del análisis se la invita a elaborar un listado escrito de pensamientos que podrían acompañarla a llevar adelante la secuencia de movimientos con éxito. Posteriormente se elabora en forma conjunta un plan de auto-diálogo que le permitirá antes y durante la competencia mantener el pensamiento positivo, sostener la concentración, desarrollar la confianza y controlar la ansiedad.
4 – Armado y realización de la visualización
Se considera la visualización como el último paso de éste proceso de entrenamiento mental, debido a su carácter integrativo, es decir que como herramienta incluye todos los aspectos psicológicos trabajados anteriormente. Es necesario mencionar que llegada ésta instancia, se considera que el deportista ya ha aprendido y practicado en sesiones anteriores, las técnicas de relajación y visualización y las ha asimilado a su entrenamiento mental. La visualización que se propone comprende toda la jornada competitiva, desde que la gimnasta se levanta hasta que compite y finaliza. Es fundamental que incluya informaciones pasibles de ser procesadas por todos los canales perceptivos (interoceptivos, propioceptivos y exteroceptivos), a fin de asegurar su calidad y el consecuente impacto en el estado psicológico de la gimnasta. Se puede realizar en sesiones diferenciadas, discriminar por momento a visualizar (antes, durante y después de la competencia) y/o por aparato (suelo, viga, salto, paralelas). Que la gimnasta, luego de completar los pasos anteriores y teniendo en cuenta todo lo trabajado, logre una representación mental e imaginaria de su actuación favorecerá el desarrollo del estado psicológico óptimo para la competencia.
Para concluir, es importante mencionar, que el armado y puesta en práctica de la rutina de pre ejecución propuesta es tan sólo una manera de trabajar en la preparación psicológica de las gimnastas. La creatividad, originalidad y especificidad de cada técnica necesaria e indefectiblemente deben ser aplicadas a cada deportista, según su singularidad y teniendo en cuenta las características del entorno deportivo.
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