Numero: 32. Año: 1. Lugar de Edición: Barcelona, España Editor: Juan Pablo Cervigni
ISSN 2696-5151
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Autor: Lic. Rodrigo A. Cauas E. (Chile)
Las neurociencias (conjunto de ciencias que estudian el movimiento cerebral) nos ha permitido comprender el funcionamiento de nuestro cerebro. Y junto con poder entender como éste funciona, nos ha entregado herramientas para lo que hasta hace algunos años nos parecía casi imposible: modificar procesos cognitivos. Y justamente una de las líneas de investigación en neurociencias que ha tenido gran desarrollo ha sido en el deporte, donde se ha estudiado temáticas como la motivación, el estrés, la toma de decisiones, etc
Desde hace algunos años que los neurocientíficos hablan de mente y cerebro como dos elementos que guardan relación con procesos diferentes en el ser humano. Por un lado la mente serían los pensamientos y emociones, es decir lo que sentimos y lo que nos hablamos; y por el otro lado, el cerebro sería como el hardware, es lo que tenemos dentro de nuestra cabeza, son nuestras neuronas, nuestras células, las conexiones, es decir, corresponde a lo físico a lo tangible.
¿Por qué ellos hacen esta diferenciación? Porque hasta hace algunos años se sabía que todo lo que le pasaba al cerebro afectaba la mente, pero hoy producto de que podemos observar cerebros “en vivo” gracias la tomografía, la resonancia magnética, se ha podido observar como la mente también influye sobre el cerebro, cambiándolo tanto física, como funcionalmente.
Entonces esto ha redefinido uno de los objetivos más importantes del psicólogo deportivo: lograr que la mente y el cerebro actúen en equipo, posibilitando potenciar el rendimiento deportivo.
Por tanto el cerebro es muy importante para el rendimiento deportivo, todo lo que haces en un entrenamiento y en una carrera, dependen de tu cerebro, pero este cerebro, al igual que el de todos los corredores, viene programado para sobrevivir, por tanto es un cerebro negativo y necesitamos cambiarlo a positivo, para que la experiencia en una carrera y el rendimiento sean lo más placenteras posible, considerando que el deporte competitivo ya no lo es tanto.
¿Cómo se logra esto? Esto se logra mediante el trabajo mental, ya que la mente (pensamientos, emociones) es la que puede influir y cambiar este cerebro, que es plástico, es decir, tiene la capacidad de cambiar todos los días. Hoy se sabe que muchas de las acciones deportivas se ejecutan mediante patrones que el cerebro establece, el problema es que muchos de esos patrones son negativos y se tienden a repetir y a rigidizarse, haciéndolos más difíciles de cambiar si es que no se realiza alguna acción concreta para ello.
El entrenamiento mental busca que el cerebro desaprenda esos patrones negativos y aprenda los positivos.
Mientras entrenas y mientras corres en una maratón, suceden muchas cosas, pensamientos, emociones, toma de decisiones, se activan ciertos procesos cognitivos como la focalización, la concentración y todos ellos se conjugan para apoyarte o influirte de manera negativa en una carrera. Diversas herramientas, generadas desde el entrenamiento mental, podrás utilizar diariamente para modificar este cerebro y convertirlo en un aliado en tu búsqueda de objetivos. Pero lo más importante es entender cómo funciona tu cerebro, ya que de esa forma, puedes “resetearlo” y programarlo de acuerdo a lo que necesites. Una de las formas más eficaces de lograrlo es establecerte metas y objetivos, ya que, el cerebro rechaza los cambios inmediatos entonces programando como y que hacer te permite lograr sinergia con el cerebro para hacerlo.
También es importante trabajar y desarrollar la motivación, entender y generar mecanismos de afrontamiento para la ansiedad y el estrés, para evitar que estos procesos puedan afectar, por ejemplo una correcta toma de decisiones.
Finalmente el desarrollar distintos planes para entrenarte mentalmente desde semanas antes hasta terminada la carrera, es fundamental para lograr hacer cambios en tu cerebro sobretodo en esos patrones ya establecidos por mucho tiempo y que evitan mejorar tus tiempos o alguna ejecución técnica.
Así un corredor es tener en cuenta que el cerebro tiene esta tendencia hacia lo negativo (su objetivo esencial es la sobrevivencia), por tanto, frustrarse, enojarse y bloquearse emocionalmente por alguna situación no va en la línea de resolver los distintos problema que se generan en una carrera, sino que más bien, lo óptimo sería “llenar nuestro cerebro” de pensamientos y emociones positivas.
Una alternativa para esto es visualizar cada cierto tiempo el objetivo a lograr. En algunos casos puede resultar visualizar o imaginar concretamente el tiempo que se desea hacer, verse llegando a la meta, visualizarse durante la carrera de manera óptima pero real, teniendo la sensación en todo momento de control sobre las variables externas e internas.
También es aconsejable que durante las noches previas a una carrera acostarse pensando en las cosas positivas del entrenamiento, para ellos puede ser útil la visión del entrenador, aportando elementos en el progreso del entrenamiento.
Además, resulta bastante bueno que, al momento de levantarse en los días previos, hacerlo visualizando el objetivo que se desea lograr.
Finalmente, durante la carrera forzar el proceso de enjoyment… disfrutar con el entorno de la carrera y tener ideas y pensamiento anclados en el cerebro que pueden ser palabras, fases e ideas que se repitan durante la carrera.
Esto sin duda no es un proceso rápido y requiere de energía y esfuerzo inicial para “hacerlo andar”, pero luego se irá produciendo de manera automática….
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