ISSN 2696-5151

NUMERO: 40 AÑO: 2020
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Autor: Psi. Rodrigo Cauas Esturillo
Un líder, por el estatus que tiene, constituye de manera inherente un líder formal para el grupo deportivo o para un deportista en particular. Ya que, su función que es designada y conocida por todos los “liderados” (un líder informal es aquel que internamente va ejerciendo “poder” pero no necesariamente es conocido y aceptado por los miembros del grupo).
Por lo tanto este líder debe cumplir con ciertas características que le permitan realizar bien su trabajo y ejercer eficazmente el liderazgo. Pero muchos entrenadores, a pesar de tener grandes conocimientos técnicos del deporte, o haber acumulado gran experiencia en este ámbito, no poseen las habilidades necesarias para desplegar un liderazgo efectivo.

Generalmente estos problemas se trasuntan también al interior de una cancha, observándose malos resultados que finalmente desencadenan con el cese de los procesos que habían comenzado.
Numerosos casos en la historia del deporte confirman situaciones contrarias a la mencionada anteriormente: ex deportistas muy talentosos y con grandes logros deportivos no logran plasmar igual situación en el rol como entrenador.
¿Qué sucede en esos casos? En la mayoría de ellos no desarrollaron ni conocimientos, ni habilidades de conducción y liderazgo.
Un buen líder, según las investigaciones en torno a este tema, es aquel que puede adaptarse bien a todo tipo de circunstancias, por ejemplo, entrenando con niños en pleno período formativo o dirigiendo a adolescentes y adultos en un ámbito mucho más competitivo. A esta capacidad de adaptación se le denomina LIDERAZGO SITUACIONAL O CONTEXTUAL.
¿Cuáles son las características más importantes de este liderazgo situacional?
Muchas veces, cuando se está frente a deportistas muy habilidosos, se ha observado que un liderazgo orientado hacia la relación interpersonal (líneas de comunicaciones abiertas, fuertes vínculos afectivos y sociales, preocupación por aspectos extradeportivos), es mucho más favorable para obtener la mejor versión de esos deportistas. Por el contrario, un deportista con un nivel inferior de destrezas deportivas, debería recibir un liderazgo orientado hacia la tarea (mente puesta en la ejecución del trabajo. La atención se dirige en el rendimiento y productividad, en los objetivos y en el trabajo), para aumentar su nivel de rendimiento.
Otra situación que se debe conocer para ejercer un buen liderazgo situacional, son los estilos de toma de decisión, ya que, existen cuatro estilos que pueden aplicarse dependiendo el contexto donde se encuentre.
El primer estilo de toma de decisión, y tal vez, el más utilizado es el estilo AUTORITARIO
El segundo estilo es el AUTOCRÁTICO. Aquí las decisiones finales las toma el entrenador. Puede incluirse la consulta con uno o más jugadores, pero finalmente es el entrenador en quién recae la responsabilidad. En algunas ocasiones se confunde este estilo con el autoritario, pero la diferencia es que este último ni siquiera consulta, en ningún momento, a los deportistas.
La tercera forma de tomar decisiones es la DELEGATIVA. Acá el entrenador deriva las decisiones en uno o más componentes del equipo deportivo, pero también la responsabilidad recae en él finalmente.

Y por último está el estilo PARTICIPATIVO, en donde el entrenador, en conjunto con sus deportistas toman las decisiones, compartiendo las responsabilidades que ello compete.
Entonces el liderazgo situacional es en definitiva, saber cuándo y bajo que circunstancias, se puede ejercer un liderazgo orientado hacia la relación o hacia la tarea, o bien cuando aplicar un estilo de toma de decisiones autocrático, delegativo o participativo. Ahí está la clave de un entrenador, manejar todas estas variables y aplicarlas adecuadamente según el contexto.
El liderazgo de un jugador dentro de un equipo
Los grandes líderes y capitanes de equipo asumen como uno de sus objetivos principales la formación y el desarrollo de sus colaboradores y compañeros de equipo, adaptándose a cada situación. EL MODELO DE LIDERAZGO SITUACIONAL, de Hersey y Blanchard, identifica un factor crítico para determinar el tipo de liderazgo necesario para cada situación. Este factor es el nivel de madurez laboral del compañero de equipo. Este indicador depende del grado de desarrollo de las habilidades personales, tanto técnicas como de gestión, necesarias para su puesto. Es decir guarda relación con la capacidad del jugador de desempeñarse óptimamente en la cancha y si cuenta con las herramientas para hacerlo bien y si se adapta positivamente a las necesidades futbolísticas y requerimientos tanto del equipo como del entrenador. Según la madurez del jugador, el capitán de equipo puede adoptar cuatro estilos de liderazgo:
- Dirección
- Coaching
- Apoyo
- Delegación
Cuando un jugador entra a un equipo tiene una alta motivación, pero normalmente poca experiencia (sobre todo si este jugador proviene de divisiones menores), por lo que requiere dirección por parte del capitán. Este debe entregar las pautas para cumplir con las tareas y controlar su ejecución deportiva hasta que el jugador cuente con el dominio técnico para enfrentar casos más complejos.
En la medida en que el jugador comienza a conocer su trabajo, el capitán debe prestar este apoyo personal y ayudarlo en la toma de decisiones, tanto el temas futbolísticos como en aquellos temas personales y que involucran al equipo, sin descuidar la preocupación por metas y reglas claras. En este caso, el capitán actúa como un coach o entrenador.
Una vez que el jugador domine todos los aspectos técnicos y profesionales de su trabajo, el capitán puede darle más autonomía, pero siempre motivándolo y apoyándolo en temas de gestión de personas, toma de decisiones e integración al grupo. Este estilo de liderazgo se conoce como apoyo.
La delegación más completa ocurre cuando el capitán confía en las capacidades técnicas o futbolísticas y de liderazgo de sus compañeros, otorgándole la habilidad de tomar decisiones de forma autónoma. Al momento de ejercer liderazgo también influye el tipo de decisión que esté enfrentando: algunas decisiones son cruciales para el futuro del equipo (ej. negociaciones de sueldos o premios y todo lo que tiene que ver con sanciones y castigos), mientras que otras son más rutinarias o no implican un cambio profundo, por ejemplo, cuando se establecen normas de convivencia o decisiones menores en torno al funcionamiento del plantel.
En el modelo de Liderazgo Situacional, la toma de decisiones, pueden ser abordadas en cuanto a las decisiones cruciales:
- Si la decisión debe ser tomada en forma urgente, el capitán debe considerar las distintas alternativas y tomar individualmente la decisión: en este caso, el liderazgo es autoritario y permite adoptar las soluciones más adecuadas en un corto tiempo, aun cuando estas decisiones puedan ser impopulares (afectar a uno o más miembros del equipo).
- Si hay tiempo para analizar la situación, el capitán debe retener su facultad (capacidad) de decidir, pero antes debe consultar a todos los involucrados. Este estilo de liderazgo se conoce como consultivo. Aquí se busca la mejor solución para el equipo, pero recabando el máximo de información e involucrando a todos los miembros del equipo.
Cuando la decisión es más rutinaria y, por lo tanto, no tiene un efecto importante en el futuro del equipo, también se identifican dos maneras para abordar esa decisión:
- Si la decisión debe ser tomada en forma urgente, el capitán de equipo puede presentar las alternativas al equipo y se puede elegir por mayoría: este es un ejemplo de liderazgo democrático, que favorece la sensación de justicia entre los miembros del equipo, facilitando la implementación de la solución. Cuando hay mayor participación de los compañeros en las distintas decisiones, se tiende a adherir más al funcionamiento del equipo.
- Si la decisión no es urgente, el capitán de equipo puede delegar la decisión en los jugadores y compañeros de equipo, adoptando un estilo participativo. Así, se consigue el máximo de información y se refuerza la autonomía de los jugadores (compañeros), facilitando la implementación de una determinada solución.
Si consideramos que menos de un 20% de las decisiones en un equipo son realmente urgentes y menos de un 20% son cruciales, no más de un 4% de las decisiones deben ser tomadas en forma autoritaria; más de un 64% pueden ser participativas, y alrededor de un 16% pueden ser democráticas y consultivas.
Por tanto de hace fundamental para cualquier líder en el deporte conocer los alcances del liderazgo situacional, ya que, ello le permitirá reducir los márgenes de error y acercarse al ejercicio del liderazgo eficaz.
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Muy buena la nota!
Un documento que da para debatir respecto a los estilos mas utilizados en etapas de formacion, ya que es una etapa compleja, en la cual mi liderazgo puede hacer avanzar al equipo o detenerlo, es decir, que el equipo mantenga la motivación y el enfasis hacia un objetivo, sin que el liderazgo perturbe ese camino. Creo que es importante que hayan documentos sobre Inteligencia Emocional, puede orientar de mejor manera el liderazgo aplicarlo segun la situación.
Saludos