Numero: 50 Año: 2020

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Autores: Lic. Sebastián Di Costa- Lic. Lucas Mamud Meroni (Argentina).

Grupo Evolucion.ar

A lo largo de los últimos años, los procesos de rehabilitación y readaptación musculoesquelética fueron demandando diferentes posibilidades de intervención. La manera tradicional de abordar esta temática comenzó a encontrar limitaciones, los profesionales se encontraron frente a ellas y, por lo tanto, a cuestionamientos que excedían su conocimiento académico y clínico. La evidencia actual nos muestra que es necesario entender al ser humano desde una mirada compleja y no lineal.

El paradigma de la visión biomédica-mecanicista, el cual reducía un fenómeno complejo al daño de una estructura anatómica fue evolucionando, dándole paso a la apertura del modelo biopsicosocial. Si bien es innegable que éste último revolucionó el campo profesional y académico, incentivando a un pensamiento crítico más amplio, hoy se enfrenta a sus propios cuestionamientos. Como en todo proceso de construcción del conocimiento es necesario e inevitable que surjan nuevos interrogantes que tensionen aquellos postulados vigentes, empujando la dinámica del conocimiento científico.

Entendemos que hoy estamos en este momento histórico. Superada la mirada tradicional analítica biomédica por la mirada interdisciplinar de lo biopsicosocial, proponemos dar un paso más avanzando hacia una mirada transdisciplinar. A partir de este modelo, nuevos interrogantes y cuestionamientos nos siguen impulsando en el marco de la rehabilitación y readaptación musculoesquelética, a aprehender de los conocimientos de diferentes pero complementarias ciencias y disciplinas, tales como: la psicología, las ciencias de la educación, ciencias biomédicas, ciencias del movimiento, del entrenamiento motor y de las neurociencias, entre otras.

Pensando al ser humano y su entorno desde el modelo transdisciplinar, los consideramos como un sistema dinámico complejo. Los fenómenos emergentes de este sistema deben ser entendidos en toda su magnitud. La motricidad como concepto no puede escindirse del contexto/situación, que a su vez la significa.

Figura: (Horler C., 2020

De esta manera, la rehabilitación y readaptación musculoesquelética plantea un nuevo escenario para la persona, el cual le generará la necesidad de adaptarse a una nueva situación. Este proceso, llamado autoecoorganización, entiende al sujeto como un TODO emocional, cognitivo y sensoriomotor, situado temporoespacialmente. Esto demandará al profesional una comprensión más profunda de la nueva complejidad de la que formará parte. Por lo tanto, a partir de este modelo teórico, destacamos la importancia del vínculo terapéutico, siendo éste determinante para todo proceso de recuperación.

En todo fenómeno de autoecoorganización existe una dinámica particular donde los elementos del sistema se relacionan y se vinculan, condicionados por el contexto.

Teniendo en vista estas características de todos los sistemas dinámicos complejos, destacaremos algunos ejemplos que aportarán a una mejor comprensión para la práctica de rehabilitación y readaptación musculoesquelética.

En primer lugar, mencionaremos el proceso de autoecoorganización en las personas con dolor, quienes necesariamente deben modificar sus estrategias adaptativas para mantener la estabilidad de su sistema, produciéndose un fenómeno de reorganización entre las partes y el todo, sumergidos en su propio contexto, dando como resultado una nueva forma de organización.

La reorganización a la que se ve expuesta una persona que presenta dolor persistente, generará probablemente un cambio en la dinámica de las fluctuaciones de las redes cerebrales, por lo tanto, una modificación en su entropía, lo cual conllevaría a un proceso adaptativo. Cuando esta situación se sostiene a lo largo de la historia de la persona, las relaciones entre las redes cerebrales involucradas en este contexto se hacen más robustas, facilitando y potenciando esta dinámica en particular. La consecuencia directa de este escenario es la pérdida de flexibilidad y capacidad de adaptación a nuevas situaciones.

Dicho en otras palabras, esta persona establece estrategias para afrontar una situación amenazante y así poder adaptarse a la misma. Si su sistema “no encuentra” nuevas posibilidades de afrontamiento, seguirá adoptando y reforzando estas adaptaciones a expensas de la variabilidad motriz y conductual.

Otro ejemplo clínico que podemos observar, según estudios actuales, es el de las personas con dolor lumbar persistente muestran una modificación de las redes visuales como estrategia para adaptarse al entorno y a las tereas. Estas redes no son las únicas que modifican su conectividad, entre otras podemos mencionar a las redes de reposo, las de relevancia, las atencionales y las sensoriomotrices.

Por último, las lesiones articulares son otro ejemplo representativo de la evolución de estas dinámicas. En ellas se pueden observar fenómenos autoecoorganizativos del sistema límbico, visual y motor, generando una emergencia adaptativa al contexto de la lesión.

Estas menciones nos permiten comprender e inferir que los eventos cerebrales serán parte de un TODO más complejo, donde cada elemento del sistema se verá impulsado a organizarse con su medioambiente para la “supervivencia” del organismo.

Para concluir, es preciso tener presente que la Neurociencia Musculoesquelética surgió como un concepto que buscaba canalizar diferentes interrogantes académicos y profesionales sobre los procesos de rehabilitación y readaptación de las personas. Hoy en día proponemos y enfatizamos su alcance como un campo de conocimiento. Este campo en construcción irá organizándose y encontrando progresivamente su sentido e identidad. Para lograrlo, será una condición que no se vuelva rígido ni excluyente, sino que la creación y recreación sean sus aliadas.

La transdisciplina formará parte de esta construcción y de ella dependerá la postura que tomemos frente a los diversos desafíos profesionales. Una actitud transdisciplinaria no será absolutista ni buscará dominar, sino que intentará construir un conocimiento colaborativo y creativo entre las disciplinas que la conformen para aportar a una constante mejora de la práctica profesional, contextualizada en la persona.

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