Numero: 102. Año: 5

Lugar de Edición: Barcelona, España

ISSN 2696-5151

Trabajo en Recreación… ¿Qué título me pongo?

por Lic. Jorge Saminsky (Argentina)
El desafío contemporáneo del tiempo libre impacta en aspectos sociales y culturales, generando nuevas problemáticas pedagógicas. La formación de especialistas para el tiempo libre plantea la pregunta fundamental: ¿se busca fomentar el consumo o promover un uso creativo? Considerando el tiempo libre como aprendizaje, la clave es formar individuos capaces de generalizar experiencias, independientemente de la presencia de líderes animadores. En este contexto, se cuestiona si las clases de Educación Física abordan este enfoque, alineándose con objetivos históricos de despertar el gusto por la actividad física en el tiempo libre.

La problemática del tiempo Libre se constituye en un desafío de nuestra época, puesto que tiende a transformar entro otros aspectos algunas condiciones sociales y culturales. toda modificación en los dominios de la sociedad y la cultura, trae como consecuencia nuevos problemas pedagógicos y ante éstos se requieren de docentes de Educación Física formados para insertarse e intervenir en una realidad cambiante y a la vez capacitados para operar de acuerdo con las nuevas necesidades y demandas imperantes.

La formación y capacitación de Especialistas para la promoción de actividades del Tiempo Libre, es una resultante de las concepciones de Recreación, Tiempo Libre y Educación que se sustenta en este sentido: ¿ Se forman y capacitan especialistas para generar el consumo de Tiempo Libre? o ¿Se forman y capacitan especialistas para desarrollar y promover en los demás el uso creativo del Tiempo Libre?.
Entendiendo que el uso del Tiempo Libre es el resultado de un aprendizaje, esto presupone que existe un sujeto que aprende y la existencia de un objeto a conocer, del mismo modo que se aprenden conocimientos, destrezas, habilidades, procedimientos, etc. Esta concepción de ningún modo se circunscribe al desarrollo de potencialidades creadoras solamente durante la actividad en la que la persona participa, sino todo lo contrario. El verdadero aprendizaje se produce cuando una persona es capaz de generalizar. Esto es, aplicar las vivencias y las actitudes a nuevas situaciones en las que no se encuentre un líder animador que organicen la propuesta. Aprender en este contexto significa el uso creativo en y para el tiempo humano. Sería importante indagar si en las clases de Educación Física se plantea esto, tal cual se infiere de la lectura de uno de los objetivos más antiguos de la disciplina y que aún hoy está vigencia: ” despertar el gusto por la actividad física, para su práctica en el tiempo libre”

Volviendo a los interrogantes iniciales sería importante realizar una pequeña caracterización de las dos posturas referentes a los especialistas sobre el Tiempo Libre:

La formación de Especialistas para el consumo del Tiempo Libre

Los modos de ocupación del Tiempo Libre son el resultado del interjuego de diferentes variables. La sociedad por ejemplo se encarga a través de múltiples agencias (una de ellas es la escuela) de “enseñar” los modelos ocupacionales en el ámbito productivo. La escuela forma fundamentalmente para el mundo laboral.

Existen además, y negarlo sería una necedad, modelos incorporados de consumo. En este mundo no sólo se aprende a consumir, sino también como hacerlo, además de mostrarnos la actitud que debemos adoptar cuando lo hacemos. De esta forma se consumen bienes, espectáculos, modas, etc. Por supuesto que también se consumen actividades y dentro de ellas las del Tiempo Libre. La industria del Ocio tiene se génesis en la profundización de la antinomia Tiempo Ocupado vs Tiempo Libre, o Escuela vs Juego.

En este planteo, la escuela es sinónimo de Educación mientras que Tiempo Libre lo es de entretenimiento o pasatiempo que nada tiene que ver con la producción, por consiguiente, se organizan actividades para “pasar el tiempo”, divertirse, sin profundizar en los objetivos formativos que esas actividades persiguen. De esta forma los participantes se acostumbran a recibir pasivamente la oferta que puede ser muy atractiva y de este modo desarrollar una actitud consumista.

Estas actividades generalmente apuntan a la excitación en lugar de la emoción y a la evasión en lugar de la reflexión, ésta última actitud esencialmente humana.

Este tipo de propuestas requieren de alguien que las dirija y que fundamentalmente debe ser seductor y alegre. Debe además poseer un bagaje de recursos de los más variados, para poder ocuparlos en el momento oportuno. Es muy común que la persona que participe de estas actividades incorpore el sentir “que ella sola no puede estructurar sus actividades de Tiempo Libre” necesita de un líder, un conductor.

La formación de especialistas desde esta concepción se centraliza en el desarrollo de habilidades, haceres para la conducción de actividades de esas características, y de un buen fichero de técnicas de plástica, música, teatro y juegos que fundamentalmente puedan ser seductores para que provoquen el resultado esperado.

Esta clara postura conductista de actividades del Tiempo Libre no produce otro efecto que reproducir y perpetuar el sistema de consumo, es decir, que a tal actividad propuesta por el líder (estímulo) los recreandos responden de tal o cual forma (respuesta), sin tener oportunidad de reflexionar sobre lo vivido y mucho menos de las causas que lo llevaron a actuar como lo hizo.

El componente socializador y actitudinal del Tiempo Libre desde esta perspectiva pasa a un segundo plano, cuando no es completamente olvidado, debido a que este tipo de actividades no tienen otro objetivo que compensar divirtiendo, el tiempo considerado realmente importante es el productivo.

La formación de Especialistas para el Uso Creativo del Tiempo Libre

Del mismo modo que concibo al Tiempo Libre como tiempo humano, entiendo a la educación como un proceso que se desarrolla a lo largo de toda la vida, es decir, el hombre es un potencial creador de conocimientos hasta su muerte. La educación por tanto es un proceso permanente. Esta concepción supera la sinonimia de educación como escolarización y la de trabajo con producción. El aprendizaje no es exclusivo de la escuela o el trabajo, multiplicidad de agentes coadyuvan en el desarrollo de las distintas potencialidades permitiéndole al hombre crear y re-crear permanentemente procesos y productos culturales.

Esta idea de Educación nos concientiza respecto de la vigencia indiscutible del “aprender a aprender”. Es decir, la posibilidad y necesidad que el hombre se haga cargo de su proceso de aprendizaje para que, en cualquier circunstancia y contexto, con líder, maestro o sin él pueda continuar con su proceso de aprender.

Planteado de este modo la Educación Permanente contiene el aprendizaje en todo el tiempo vital, sin escisiones. El hombre desde esta postura es una totalidad y, por lo tanto, ya no podemos adjudicar el aprendizaje solamente a la escuela y señalar que “en el tiempo libre no se piensa ni se reflexiona”.

Las propuestas de actividades para el tiempo Libre desde esta postura no podrán desconocer en sus planteamientos todas las posibilidades de desarrollo del hombre en los distintos dominios: cognitivos, psicomotrices, expresivos, actitudinales, afectivos, etc. Esto implica concebir al hombre, destinatario final de nuestros emprendimientos como un ser histórico, en un constante crecimiento cuanti y cualitativo, es decir en un ser inacabado.

La posibilidad de aprender a aprender como actitud, pone de manifiesto la incesante búsqueda del aprender a Ser. Ser un tiempo de vida, ser en un espacio, pero principalmente estar siendo con otros.

El especialista que aborde esta postura deberá tener en cuenta que sus intervenciones se realizarán como un hecho educativo, esto implica por su parte afrontar el rol de educador y por consiguiente deberá poder plantearse ciertos cuestionamientos básicos para ese accionar.

Este especialista deberá tener en claro que el uso creativo del Tiempo Libre es el conocimiento que deberá ayudar a construir con los demás, por lo que tendrá que ser lo suficientemente amplio en sus concepciones, como para poder aceptar y respetar distintas posturas que sobre el Tiempo Libre tengan las personas que trabajen con él.

Es posible que este especialista se encuentre con dificultades de todo tipo, como por ejemplo la resistencia al cambio ya sea de las personas como de las instituciones, tratando que al elaborar las estrategias para poder vencer esos obstáculos no se observen fisuras o incoherencias entre su discurso y su práctica concreta.

Creo que la Recreación concebida como ya dijéramos antes como EDUCACIÓN EN, DESDE Y PARA EL TIEMPO LIBRE, puede ser considerada desde dos enfoques diferentes, aunque no excluyentes, y que guardan una estrecha relación, con las dos posturas sobre la formación de especialistas descriptas anteriormente, a saber:

La Recreación como Actividad:

Desde este punto de vista la Recreación se preocupa por entretener, distraer, tiene un componente estrictamente contrafuncional o compensador de lo realmente serio o importante que es el trabajo, ya sea físico o intelectual.

Según este enfoque la Recreación tiene su basamento en lo puramente didáctico, es decir en las actividades, es una idea generalizada dentro de la Educación Física que el mejor docente en Recreación es el que más juegos, canciones, etc. sabe para entretener, además de la “chispa” necesaria para hacerlo.

Siguiendo con esta línea de pensamiento las actividades están consideradas como un fin en sí mismas, en donde la máxima participación del alumno está dada por la oportunidad de optar para ejercitar su voluntad. Desde esta postura, que hasta podríamos relacionarla con el modelo estructuralista de Durkheim, se ratifica la alienación y alineación de los participantes, todos juegan a lo mismo, todos optan entre las posibilidades que ofreció el docente.

Es fácil inferir que esta visión de la Recreación no encaja ni ayuda al desarrollo de la persona, puesto que no promueve la autonomía, sino que el objetivo está puesto en el aprender a Hacer, sin reflexionar sobre los por qué ni los para qué de ese HACER.

La Recreación como Actitud:

Su objetivo fundamental es favorecer la creación y por eso su basamento es fundamentalmente pedagógico. Las actividades propuestas se utilizan como medio para el cumplimiento de los objetivos propuestos. El alumno tiene la posibilidad de elegir libremente y disfrutar lo que está haciendo y por eso el protagonismo del mismo se hace evidente favoreciendo de esta manera el aprendizaje del Ser.

Desde esta perspectiva las propuestas con intencionalidad recreativa serán válidas cuando sea la resultante del accionar del grupo con una actitud o predisposición para ello, para recrearse y participar libremente u orientado, deben estar acompañado por un deseo por desarrollar una función que llamaremos lúdica, y que se desenvuelve en un ámbito temporoespacial y social determinado, es decir la Recreación está en el entrecruzamiento entre un sujeto o grupo con su actitud, su deseo y un ámbito específico propicio para su desarrollo. SI ALGUNOS DE ESTOS FACTORES ESTÁ AUSENTE O DÉBIL NO PODRÍAMOS HABLAR DE RECREACIÓN Y MENOS DESDE UN PUNTO DE VISTA SOCIAL.

No cabe duda que la Educación Física ¡ históricamente ha tratado a la Recreación desde el primer enfoque y que siempre jugó un papel secundario dentro de la misma, tanto desde la carga horaria destinada en la formación de sus docentes o apareciendo siempre agregada a la Educación Física, por ejemplos: Dirección Nacional de Educación Física, Deportes y Recreación y en algunos casos aparece inclusive detrás del Turismo.

De esta manera la Educación Física ha abandonado un referente de alto contenido social y pedagógico replegándose solamente en este aspecto a promover el deporte como fenómeno social y al olvidar la importancia de la Recreación, de lo lúdico y de la corporeidad; al decir de Silvino Santín ha obviado los “otros caminos” y ha transitado desde “desde la alegría de lo lúdico a la opresión del rendimiento”.

Si como he expresado anteriormente el Tiempo Libre puede transformarse en un objeto de conocimiento, es decir, el uso creativo del mismo se puede aprender, y la Recreación, es el proceso educativo por excelencia para abordarlo, la Educación Física no puede estar ajena a este proceso de aprendizaje.

El interrogante a resolver sería entonces, ¿qué actitudes debería tomar el docente para poder promover ese aprendizaje? y ¿qué aspectos debería tener en cuenta para que el mismo sea significativo?, de manera tal de favorecer la apropiación del mismo por parte de las personas con quienes efectúa dicho proceso.

Para responder con propuestas concretas a estos interrogantes he decidido adherir, a un modelo pedagógico crítico reflexivo para algunos, socialista para otros, o progresista como gustaba llamarlo Paulo Freire. A manera de breve síntesis expondré algunos aspectos sobresalientes de este modelo.

Propone el desarrollo máximo y multifacético de las capacidades, potencialidades, intereses y expectativas de todos los que intervienen en el mismo. Este desarrollo está determinado por cuestiones socio históricas, culturales y ambientales. Para este modelo pedagógico, el trabajo productivo, la educación y la libertad y por ende el Tiempo Libre están íntimamente ligados e interaccionan entre sí.

En este modelo la enseñanza-aprendizaje enseñanza se organizan de maneras diferentes y por supuesto el componente didáctico es variado, pero siempre dependiendo y subordinado al contenido pedagógico.

Uno de los exponentes ilustres de esta perspectiva pedagógica en América Latina, fue sin duda Paulo Freire, quién desde su inmensa obra nos legó el mensaje de “la esperanza” de “la práctica de la Libertad” de “la autonomía”, entre otros. Es por eso que he decidido realizar a manera de aporte, una interpretación personal y hasta casi caprichosa de los interrogantes, que Freire tan bien explicitara en su obra PEDAGOGÍA DE LA AUTONOMÍA….Saberes necesarios para la práctica educativa (Ed. Siglo XXI, México.1997) en donde señala entre otros aspectos que:

Enseñar exige rigor metódico:

Promover el uso creativo del Tiempo Libre también, quién lo haga tiene el deber en su práctica fomentar la capacidad crítica, la curiosidad, la insumisión de los participantes. el rigor metódico consiste en promover en quienes participan del proyecto, una verdadera aproximación al uso creativo del mismo, a las producciones propias y críticas de actividades. De esta manera los participantes van transformándose en sujetos de su propia construcción.

Enseñar exige investigación:

En la promoción del uso creativo del Tiempo Libre, el especialista deberá tener claro que constantemente deberá indagar sobre nuevos fundamentos pedagógicos, y sus consiguientes recursos didácticos a utilizar. Deberá fomentar para sí mismo y por ende para los demás una permanente actitud de curiosidad para poder investigar y comprobar. esta actitud los hará fuertes ante los temores de posibles respuestas nuevas, además de aumentar la capacidad creadora de nuevas situaciones que promuevan el uso creativo del Tiempo Libre.

Enseñar exige respeto por los saberes previos:

Este cuestionamiento impone al especialista una actitud que deberá teñir cada una de sus propuestas, puesto que las personas con las que va a participar del proyecto traen consigo al decir de Freire “saberes hechos de pura experiencia, y socialmente construidos” y por lo tanto es función del especialista respetarlos e indagar para una mejor intervención con el grupo, de donde surgen esos saberes. Es posible que al indagar el especialista descubra un riquísimo bagaje de información la cual luego de ser procesada y analizada con el grupo surjan nuevas pautas a seguir.

Enseñar exige crítica:

En la promoción del Tiempo Libre es de fundamental importancia por parte del especialista la internalización de la actitud de autocrítica sobre su intervención. Solo así podrá generar en los demás la crítica constante, concebida ésta como una inquietud, es decir no quietud, sino que constante movilización hacia nuevos saberes y haceres. El especialista no podrá hablar de creatividad, si no promueve de forma permanente la curiosidad crítica hacia nuevas perspectivas de utilización del Tiempo Libre como tiempo humano.

Enseñar exige estética y ética:

El tan ansiado paso del consumo al uso creativo del Tiempo Libre, no puede ni debe ser promovido sin una formación ética de quién lo promueve. Esto compromete al especialista de manera plena a luchar con todas sus fuerzas para conservar la coherencia entre su discurso y las prácticas que lleva a cabo. Este compromiso ético se relaciona con la concepción que el hombre es hombre sólo con otros, es decir, sólo somos porque estamos siendo entre nosotros. Si se respeta este principio de la naturaleza humana, el uso creativo del Tiempo Libre, so podrá darse alejado de relaciones interpersonales, y por lo tanto contribuirá a la formación moral y estética de quién la realice.

Enseñar exige riesgo, asunción de lo nuevo y rechazo de cualquier
forma de discriminación:

El especialista seguramente a lo largo de sus propuestas se encuentre con obstáculos de diferentes índoles, deberá entonces asumir el riesgo de buscar alternativas para poder superarlos y alcanzar la meta propuesta. En la promoción del uso creativo del Tiempo Libre uno de esos riesgos es lo nuevo. El especialista deberá analizarlo, investigarlo, para evitarlo de plano sólo por el hecho de ser nuevo. Con la misma actitud deberá afrontar lo viejo, descartando la posición que por el simple hecho de serlo no merece ser tenido en cuenta.

Párrafo aparte merece el riesgo de poder caer en alguna forma de discriminación. El especialista deberá tener especial cuidado en la selección de propuestas a los efectos de no dejar a ningún miembro del grupo sin la posibilidad de poder llevarla a cabo, aunque sea de manera diferente. Esto demostraría de su parte un profundo amor por la vida, evidenciando además multiplicidad de valores como respeto por el ambiente, la ecología cotidiana, en resumen, por la LIBERTAD.

Enseñar exige el reconocimiento y la asunción de la identidad
cultural:

El uso creativo del Tiempo Libre debe promover en quienes lo practican, la capacidad de poder asumirse como integrantes de un grupo, asumirse como seres históricos, sociales e inacabados. Ésto sólo podrá darse si las actividades propuestas tienden a la reflexión, sí son planteadas en base a la discusión generar y no de forma autoritaria. De esta manera los integrantes, verán respetada y fortalecida su identidad cultural, podrán comprobar como se revaloriza su memoria colectiva, elementos éstos que coadyuvan al proceso del desarrollo del ser humano.

Realizada esta caprichosa interpretación de los decires de Freire, desearía ya casi sobre el final de este ensayo, poder aproximar algunas ideas sobre las posibles áreas de formación del Especialista para el uso creativo del Tiempo Libre.

ÁREA DE LA FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA: El futuro especialista debería contar con los conocimientos teóricos que fundamenten su accionar, en este caso en particular del Tiempo Libre podríamos hablar de Filosofía, Sociología, Antropología, Psicología General y Evolutiva, Pedagogía, entre otros. El objetivo de esta área de formación sería brindar al futuro promotor los elementos necesarios para que pueda elaborar su propia postura filosófica e ideológica frente a la problemática del Tiempo Libre y poder actuar en coherencia con ella.

ÁREA DE LAS HABILIDADES: En esta área deberíamos apoyar al futuro especialista con los recursos didácticos necesarios para la implementación de un proyecto de Tiempo Libre, estimulando y promoviendo, la creación de nuevas y propias estrategias de abordajes didácticos.

ÁREA DE LAS ACTITUDES: Es de vital importancia poder fundamentar esta área, partiendo de la concepción que el uso creativo del Tiempo Libre es producto de una actitud, y de un aprendizaje, y por lo tanto el futuro especialista debería adquirir durante su formación distintas actitudes al respecto, parta luego poder promoverlas. En Recreación y Tiempo Libre nadie transmite nada que no contenga.

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